Viejas reflexiones sobre nuevas tecnologías. Parte 1.

Viejas reflexiones sobre nuevas tecnologías.

Para Ollin Eyecatl Buendía Salazar.

Sin ser plenamente consciente de ello, recién me percaté de que, por algunos años, he sido ya usuario de las llamadas “nuevas tecnologías”.

Si bien soy inmune a algunas como los teléfonos móviles —celulares,  como se les denomina en mi país—; de otras, como las redes sociales, soy asiduo usuario —eufemismo por adicto.

Pertenezco a la ola de “migrantes digitales”; es decir, como tantos otros cibernautas, no nací con la tecnología que predomina en esta época. Sin embargo, paulatinamente, y por cuenta propia, aprendí a interactuar con ella, creando cuentas en ésta y en aquella red.

Como comunicólogo de profesión, me planteé reflexionar sobre estas novedosas herramientas que, para bien o para mal, son indispensables no sólo para hablar sobre la comunicación, sino también para concebir la vida social actual.

Estas Viejas reflexiones... aluden al presente. Empero, tienen en la mira tanto al pasado como al futuro simultáneamente. Para ello me he valido de la reflexión, el aforismo, la greguería..., con el propósito de que su análisis sea más ameno, prescindiendo así de teorías aburridas.

César Abraham Navarrete Vázquez.

Navego por las redes sociales:

mi soledad en busca de soledades.

I.

Las redes sociales son el medio ideal para acercarse a los que están lejos, y alejarse de los que están cerca.

II.

Este es el tiempo de los críticos y vehementes activistas culi-atornillados frente al monitor.

III.

Las redes sociales son una casa de los espejos virtual.

IV.

La pantalla —de la computadora, de la televisión, del teléfono móvil— es el nuevo espejo en que las personas de esta época, someten a juicio público, si están peinados.

V.

Es de vital importancia no convertirse en una herramienta de las herramientas virtuales que se emplean para comunicarse en la actualidad.

VI.

Las nuevas tecnologías han acercado a los seres humanos indudablemente... aunque no sepan para qué.

VII.

Para reflexionar: El muro de la caverna de Facebook y sus pictogramas rupestres.

VIII.

Las redes sociales han banalizado, aún más, la ya de por sí denigrada opinión, sintetizándola ora en 140 caracteres, ora en un ambiguo “me gusta”.

IX.

Redes sociales: oasis de compañía.

X.

Four Square: El prurito de las personas por mostrarle a las demás “dónde están”, aun cuando ellas mismas no sepan “dónde se encuentran”.

XI.

El like, “me gusta”, es el permiso que la gente educada pide —sin hacerlo explícitamente— para compartir un contenido ajeno.

XII.

“Mensajear” no es sinónimo de comunicar.

XIII.

En las redes sociales no moran seres humanos, sino espectros de personas (La etimología de persona proviene del latín, y significa “máscara”).

XIV.

Redes sociales como MySpace y Hi5 son los pueblos fantasmas virtuales de esta generación.

XV.

Facebook es el diario intimista público que redactan las personas, con el propósito de que los demás se enteren de su vida.

XVI.

Los “amigos” de Facebook son la corroboración de que el concepto de “amistad” perdió el significado que alguna vez tuvo.

XVII.

Las redes sociales no sirven para relacionarnos con los demás, sino para aislarnos públicamente entre ellos.

XVIII.

Los teléfonos realizaron su proceso de evolución al contrario de los seres humanos: es decir, del sedentarismo al nomadismo.

XIX.

El monitor de la computadora vino a sustituir al espejo que suponía la pantalla del televisor, y en el cual se reflejaban las generaciones anteriores.

XX.

La Historia de la Humanidad recordará al siglo XX como aquel en que se dio la más grande migración analógico-digital a lo largo del Estrecho de la Tecnología.

XXI.

Las redes sociales fomentan el voyerismo y el exhibicionismo, a partir de la banalización de la palabra y la imagen.

XXII.

Facebook primero ofrece la generosísima opción de agregar a desconocidos, para posteriormente ignorarlos.

XXIII.

El flujo de información al que se accede mediante los dispositivos electrónicos actuales es tal, que es imposible asimilarlo, degenerando así en desinformación.

XXIV.

Paradoja: Los propios dispositivos de los cuales se vale la gente para transmitir mensajes, son el principal inconveniente para comunicarse con las personas con las que quieren convivir.

XXV.

El otro día salí a la calle. Y me encontré con un ejército de zombíes tecnológicos.