lunes, 17 de diciembre de 2012

XX Agreguerías. Parte X.


CLXXXI.
Berlín es un parque temático vivo del racismo con guías xenófobos que hablan en alemán. (Esta agreguería, por cierto, es racista.)



CLXXXII.
La ciudad de Burdeos se parece mucho a las ilustraciones de las ciudades francesas de los libros de francés.



CLXXXIII.
Toledo es la única ciudad antigua que posee una escalera eléctrica desde donde se ve la modernidad.



CLXXXIV.
La cuchara es la catapulta con que el niño hace papilla a sus enemigos.



CLXXXV.
Barcelona fue edificada por las gárgolas.



CLXXXVI.
Las vistas de los bosques vieneses las sacaron de un cuadro paisajístico.



CLXXXVII.
Budapest es una ciudad museo al aire libre.



CLXXXVIII.
París es esa ciudad habitada por gárgolas en la que destaca una plataforma petrolera con la que los turistas se quieren fotografiar.



CLXXXIX.
En Ámsterdam uno se emborracha —incluso sin beber cerveza— de tanta agua.



CXC.
Los tomates son armas de diversión masiva.



CXCI.
El perro es el corcel en que los niños marchan a la guerra al frente de sus soldados de plástico.



CXCII.
El piloto de combate mata su impaciencia antes de subir al avión mientras calienta el pulgar, sacando y metiendo la punta del bolígrafo.



CXCIII.
A la pluma fuente se le escurren las letras cuando la sacudo.



CXCIV.
El arpista le hace cosquillas al viento con su interpretación.



CXCV.
Los zapatos tenis son los corsés de los pies.



CXCVI.
Audífonos: orejeras de los melómanos solitarios.



CXCVII.
El dinosaurio, ese gigantesco y temible monstruo prehistórico de juguete con que se divierten los niños de esta época.



CXCVIII.
El citador de frases es un “reductor de cabezas” de libros.



CXCIX.
¿Será que quien le pide al cantinero “lo mismo” que su acompañante, pretende ponerse “igual” de pedo que éste?



CC.
Se avecina una tormenta: el tipo que da el clima en las noticias se puso la capucha y abrió su paraguas.





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