DCI.
Cuando el ventrículo le falló
al ventrílocuo se le hizo un nudo en la garganta.
DCII.
Descripción
visual de la greguería. Juntar los dedos de ambas manos semejando
un corazón —la figura idealizada y sensiblera de uno: ♥—, y
saber que eso no es cierto, mientras nuestros ojos lo contemplan.
DCII.
No hay que olvidarse de la
memoria.
DCIII.
La canela sabe a corteza de árbol.
DCIV.
Los grandes camiones se peen al
enfrenarse.
DCV.
Los camellos echados semejan
rocas inertes en el inmenso desierto.
DCVI.
Sólo a quien se las extraen, sabe
por qué son las muelas del juicio... final.
DCVII.
Cuando el efecto de la
anestesia pasa, se corre la cortinilla del dolor.
DCVIII.
Hay paraguas cerrados que
parecen ramos de flores que se ofrecen al cielo para que no llueva.
DCIX.
El ególatra es un megalómano
sin recursos.
DCX.
Los cockers spaniel blancos con café tienen el semblante triste de un
payaso.
DCXI.
Hockey: boxeo
sobre hielo.
DCXII.
Los rayos nacen de los trazos
que el niño hace sobre la hoja de papel.
DCXIII.
Alguien les dio de beber demasiada
agua a las mujeres embarazadas.
DCXIV.
Los periodistas son los
mercenarios de la información.
DCXV.
En el interior de la
habitación, los zancudos se vuelven invisibles e invencibles por la noche.
DCXVI.
Los creyentes que se llevan el
rosario a la boca, se comen nerviosos las uñas mientras aguardan por la
respuesta divina que solicitaron.
DCXVII.
El cuchillo con mango de madera
saca a la superficie su aleta de tiburón.
DCXVIII.
El salero es la maraca que le
da sabor a la comida.
DCXIX.
Si continúan llenando frascos
de pimienta en polvo con arena, pronto desaparecerán los desiertos.
DCXX.
El pimiento morrón es el farsante
de los chiles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario