Las
Maxinimias, parajodas, refracciones, desdichos
y mandamentadas son textos que reflejan uno de los elementos fundamentales
de mi carácter: el humor negro, aderezado con el pesimismo y el descreimiento.
Se
trata de pequeñas “distorsiones”, cuya esencia es la sátira. Para conseguir el
efecto deseado, me valgo de la procacidad y el lenguaje soez.
I.
Aclaración.
(Para
responder a la “muy mexicana” pregunta: “¿Y tú de qué te ríes, pendejo?”)
“No me estoy riendo; me estoy
burlando”.
VII.
Adaptar al cine una novela o un cuento es relativamente
fácil. Lo difícil es hacerlo con un poema —que no sea épico.
VIII.
Esto de las “relaciones
virtuales” me gusta casi tanto como las “chaquetas mentales”.
IX.
Ser poeta es querer comprar el mundo sin monedas en el
bolsillo —roto.
X.
No comprendo por qué la gente se empeña en asistir al
psicólogo, y dilapidar su fortuna, si por muchísimo dinero menos puede acudir a
una “estética” (peluquería) a desahogarse, y de paso, recibir un corte de
cabello que la hará sentir mejor —hasta revitalizarla— cuando se vea al espejo.
XI.
Los centros comerciales son las
nuevas plazas —aquí se congrega la gente para lucirse, divertirse,
“levantar”... La única diferencia es que en lugar de quiosco hay tiendas,
restaurantes, cines...
XII.
El
éxito de toda relación humana estriba en no relacionarse.
XIII.
Tú
y yo.
Es absurdo que “tú” pretendas
ser la persona más importante de mi vida. La persona más importante de mi vida
soy “yo”.
XIV.
Voy a regresar al mundo por
algunos días. Quien quiera verme, ya sabe dónde encontrarme: en mí mismo.
XV.
La preposición adecuada para el verbo casar —más utilizado
como pronominal, casarse—, no debería ser “con” sino “contra”. Así, pues: —¿Contra
quién te vas a casar? —Me voy a casar contra...
XVI.
Ya es suficiente que me paguen
por lo que detesto hacer, como para que ahora quieran pagarme por hacer lo que
amo.
XVII.
Siempre recuerdo a la gente que
me ayudó. Nunca olvido a los que no lo hicieron.
XVIII.
Con la humildad que me
caracteriza, te digo que yo no soy nadie ¡para aguantar tu pinche carácter
voluble!
XIX.
Los hombres seguimos siendo tan primitivos como lo éramos
hace miles de años. Unas hermosas piernas nos hacen el día.
XX.
Las redes sociales son el medio ideal para enterarse de todo
y, al final, no saber nada.
XXI.
Pensándolo bien, no todo fue malo: también hubo cosas peores.
XXII.
Me gusta ser una buena persona casi tanto como ser un hijo de
la chingada.
XXIII.
Puedo alburear en tres idiomas
diferentes, si dispongo de un interlocutor medianamente versado en español, francés
(belga) e ingles... inglés...
XXIV.
Hay noticias malas de los demás que no pueden ser sino buenas
para uno.
XXV.
Decagálogo. Mandamentada (1).
Hay que mandar a la verga o romperle la madre a quien
debamos, para no desquitarnos con los demás.
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